Colchones para Evitar Calor
Das dos mil vueltas en la cama, ya no sabes que más ropa quitarte, no sabes si abrir la ventana o ir a dormir al balcón, el colchón se te pega al cuerpo y te hace sudar en exceso, encontrándote en una situación incómoda y desagradable que te impide dormir, ¿tiene solución?, ¿existen colchones que no den calor? Te vamos a dar unas pautas a la hora de elegir tu colchón para evitar la situación descrita.
Das dos mil vueltas en la cama, ya no sabes que más ropa quitarte, no sabes si abrir la ventana o ir a dormir al balcón, el colchón se te pega al cuerpo y te hace sudar en exceso, encontrándote en una situación incómoda y desagradable que te impide dormir, ¿tiene solución?, ¿existen colchones que no den calor? Te vamos a dar unas pautas a la hora de elegir tu colchón para evitar la situación descrita.
Una de las cosas a tener en cuenta es que un colchón no puede regular la temperatura como lo haría un aparato de aire acondicionado; si el ambiente está a 35 grados y la humedad relativa a 90%, frío no vas a pasar, pero podemos jugar con algunos factores que favorecerán un descanso de calidad.
Transpirabilidad
Si nuestro colchón permite el paso de aire a través de sus componentes conseguiremos que el calor que genera nuestro cuerpo se disipe y no se acumule en nuestro colchón. Por eso haremos una clasificación de materiales de mayor a menor transpirabilidad.
Muelles
El núcleo del colchón es la carcasa de muelles, el corazón del colchón y la que garantizará un buen apoyo y durabilidad, esta carcasa generalmente va reforzada y tratada térmicamente para aumentar la vida útil de los muelles. También es importante la cantidad de ellos, pues a más muelles por metro cuadrado mejor apoyo para el cuerpo. La dureza del colchón se consigue cambiando el diámetro del alambre de acero, no disminuyendo la cantidad de muelles.
A ambos lados de la carcasa se extienden varias capas de acolchados (espuma de poliuretano, látex, viscoelástica o rellenos naturales como lana y algodón) para no percibir los muelles y disfrutemos de un tacto mullido y confortable. En muchos colchones encontraremos una cara de invierno y otra de verano, aunque su cometido es el de que voltee el colchón cada 3 ó 4 meses, aprovechando las dos caras y evitando que los acolchados se hundan siempre del mismo sitio y se recuperen al darles la vuelta.
En realidad no notara casi ninguna diferencia de la cara de verano a la de invierno en términos de temperatura, pero al voltearlo el colchón durara más tiempo.
Es el núcleo más fresco de todos los sistemas de colchones, porque actúa como un fuelle expulsando el aire caliente del interior del colchón, y recogiendo aire más frío del exterior del colchón, lo que mantiene aireado todo el colchón.
En definitiva podemos decir, que son los más frescos gracias a que los huecos que hay entre los propios muelles ayudan a su ventilación y lo hace idóneo para personas calurosas.
Los mejores sistemas de muelles son el de hilo continuo, Normablock®, o también un buen sistema de muelle ensacado.
Básicamente, los núcleos de espumación son de un material líquido y gelatinoso al que se le inyecta aire comprimido para conseguir una espuma llena de burbujas, que una vez tratado con endurecedores y resinas estabilizadoras queda como un bloque homogéneo, donde son las burbujas de aire y el material poroso lo que dan lugar a una buena y flexible superficie de apoyo.
De la calidad de los materiales, de sus propiedades inherentes y del proceso de fabricado, dependerá que esa espumación tenga un óptimo comportamiento como colchón o no.
La dureza de las espumaciones se mide según lo densa que sea, aunque dependiendo del material difiera la cantidad necesaria para conseguir una dureza u otra.
Entre los materiales usados para fabricar espumaciones están: el látex, el poliuretano, las resinas, aceites…, además de endurecedores, dispersores, antioxidantes… para que el bloque tome cuerpo.
Las espumaciones más transpirables son la patente de Pikolín, espumación Bultex® (especial y única, que forma alveolos que dejan pasar el aire fácilmente, ayudando así a una gran transpiración y permeabilidad), y el látex.
HR (High Resilience o Alta Resiliencia)
La resiliencia es la capacidad que tienen los materiales de recuperar su estado original después de haber sido sometidos a una presión.
Los núcleos de espumación HR presentan mayor transpirabilidad que los núcleos de espuma, de los que se diferencian porque presentan mayor densidad. Los colchones con núcleos de espumación HR son los llamados colchones de nueva generación sin muelles, con una buena adaptabilidad pero transpirabilidad reducida. Por tanto, no adecuados para zonas o habitaciones con alta humedad o personas muy calurosas o que sufran de sudoración excesiva.
Para estos colchones hay que optar por bases con láminas que favorecen la ventilación y evitan la condensación de humedad.
Látex
Los colchones de látex se fabrican a partir de la resina del árbol del caucho, junto con endurecedores y antioxidantes. La cantidad de látex natural en el colchón es variable, puede llevar desde un 20% a un 97% de producto natural (el resto es espuma de látex sintética); la razón es que este material es un producto orgánico que necesita de resinas endurecedoras y productos estabilizantes para que se convierta en un bloque sólido, estable y duradero. Se considera látex natural aquel que en su composición cuenta con un 90% o más de látex natural.
El látex se caracteriza por su gran capacidad de adaptación, su elasticidad y la reducción de puntos de presión.
Necesitan una base de láminas ya que precisan de una elevada transpiración.
El látex es adaptable pero elástico, de forma que no deja de empujar en dirección contraria a la presión, y no es termoadaptable, de forma que no se mimetizará con la temperatura de nuestro cuerpo, aportándonos una mayor sensación de frescor.
Los colchones con más espuma de látex sintética son ligeramente más calurosos en verano que los de espuma de látex natural.
Si ya dispone de un colchón de látex, una funda de fibras naturales de calidad y una correcta disposición de los conductos de ventilación del núcleo, hacen que disminuya la sensación de calor, y se duerma de forma correcta y confortable.
Viscoelástica
Aclarar que no existe en el mercado ningún colchón que contenga únicamente viscoelástica en su núcleo, ya que este material no es lo suficientemente firme para que soporte el peso de una persona. Cuando hablamos de colchones viscoelásticos es porque contienen este material en su acolchado.
La viscoelástica es una espumación técnica sensible a la temperatura del cuerpo humano y del ambiente, a mayor temperatura el material se vuelve más flexible, y a menor temperatura el material se vuelve más firme; al amoldarse al cuerpo este material reparte la presión por el mismo, y favorece el descanso.
La viscoelástica no da calor, lo que ocurre es que tiene capacidad termorreguladora, de forma que al igual que se adapta a nuestro cuerpo, se adapta a su temperatura y a la temperatura ambiente; de ahí que en verano, en noches muy calurosas, al acostarnos sobre un colchón viscoelástico nos dará calor, ya que tendrá la temperatura de la habitación. Lo mismo ocurre si somos personas calurosas que desprendemos mucho calor, al acostarnos esta calidez se traslada al colchón y no nos ofrecerá un descanso fresco.
Nuestro consejo es que si eres caluroso no elijas un colchón de más de 2 centímetros de viscoelástica, pues sentirse hundido favorece el calor; que el acolchado más cercano a tu cuerpo si es de viscoelástica esté tratado con gel; y, que a ser posible, entre la tapicería y la viscoelástica haya fibras que favorezcan la ventilación.
Si ya lo has comprado, los cubrecolchones de fibras pueden ejercer esa función de ventilación que se traduce en frescor.