Dentro de las múltiples configuraciones destacan tres grupos diferenciados:

  • Base tapizada,
  • Somier de láminas (fijo o articulado)
  • Base con muelles ensacados

Estamos ante una decisión de gran importancia, mucho más de la que solemos darle. Elegir una base adecuada nos puede ofrecer el máximo rendimiento de nuestro colchón además de prevenir malformaciones que afecta tanto estética como funcionalmente a nuestro querido equipo de descanso, en el que hemos invertido nuestro tiempo eligiendo cuidadosamente según nuestras preferencias. Por el contrario, la gente que no lo hace, acaba en un círculo vicioso en el que no consigue encontrar el colchón ideal o al poco tiempo empieza a notar imperfecciones porque se está estropeando su preciado colchón nuevo que tanto le costó elegir.

Para concluir, a la hora de decidirnos por una buena base debemos comprobar si va a soportar el peso del colchón más el nuestro sin doblarse, hundirse o romperse. Debemos averiguar si tiene una buena circulación de aire. Esto es algo muy importante para evitar la humedad, el calor y que aparezca moho. Además de conseguir una excelente higiene, la buena circulación del aire nos permite tener un sueño más fresco, cómodo y reparador. 

Todo esto debe coexistir con la elección del colchón que debe, junto a la base, formar la combinación ideal para tus necesidades a la hora de tu descanso.