Para alargar la vida útil de tu almohada, debes cuidarla y mimarla y aquí te decimos cómo:
- Airéala habitualmente: abre las ventanas antes de hacer la cama, y ventílala bien, al aire, una vez a la semana.
- Dale la vuelta a menudo para evitar que se deforme.
- Compra una almohada lavable: basta con lavarla una o dos veces al año.
- Usa una funda de protección que, esa sí, deberías lavar cada dos o tres meses (la funda de almohada, lógicamente, cada vez que cambies las sábanas).